Todo lo que nos sucede en la vida tiene un sentido.
¿Cómo podemos descubrirlo?
Solo estando presentes, de instante en instante, en nuestro interior, interrogándonos acerca de lo que sentimos, acerca de cómo nos encontramos en esa situación que nos llama la atención, de algún modo.
Todo es un gran símbolo. Solo es preciso que aprendamos a detectar el verdadero significado que se esconde detrás de las apariencias.
No sirven generalidades. Solo pueden existir respuestas individuales.
Siempre que algo nos toque de lleno, observémoslo:
·no lo desechemos,
·no miremos para otro lado.
·Dejémoslo entrar.
·
Es seguro que lo que proyecta en nosotros, no es la primera impresión que detectamos; es algo mucho más grande que se irá desgranando, mientras su influencia continúe.