En el puzle vital en el que te encuentras, intervienen factores y personas.
Todo es como una orquesta sinfónica, donde cada instrumento está coordinado con el resto para tocar la misma melodía.
Cuando alguien interrumpe esa unión o no llega a tiempo, todo lo demás se trastoca y a la vez los demás no esperan.
Es por ello importante que escuches tu reloj, tus campanadas y cuando suenen implicará que es el momento de actuar.
¿Lo haces?
Muchas veces no, muchas veces retienes ese tiempo, lo quieres marcar tú y es por ello que, a menudo, tus ciclos vuelven o se retrasan.
Acompásate siempre a tu ritmo. Escucha solo el tuyo y todo se acomodará según sea para ti, aunque cueste, aunque existan traspiés en tu interior siempre has de valorar:
¿He sido yo?
¿He actuado a tiempo?
Esas son las preguntas que has de formularte
Todo lo demás no corre por tu cuenta.